Parece ser que el dominio de la imagen ha convertido al homo sapiens en un ciego rotundo frente a otras formas de cultura.
La forma simplificada de consumo seudo intelectual que ofrece el tele-ver parece haber atrofiado el intelecto del hombre, que de ser un animal simbólico y locuaz pasa a convertirse en un homo ludens a quien sólo le importa el placer por el placer. Para Sartori hay una regresión fundamental del entendimiento humano, una pérdida de la capacidad de abstracción.
Según el autor de La sociedad Teledirigida, gran parte de la responsabilidad de esta involución del intelecto la tiene la televisión.
Sin embargo y desde mi punto de vista, tengo que añadir que un objeto no puede agredir de por sí hasta que se le da el uso de arma pendenciera.
Aquellos adultos que han permitido y permiten que la televisión participe en la educación de sus hijos más que ellos mismos, alimentan video-niños que se convertirán en adultos ciegos a otros estímulos culturales.
Me pregunto qué diría Sartori de la frase “una imagen vale más que mil palabras”.
Homo activo
La era digital trae consigo una forma nueva de cultura en la que los estímulos visuales son fundamentales, pero también exige un homo navegante activo, que avanza en las lecturas a través del hipertexto. Es más le incita a crear, porque ya no es un receptor pasivo, es un prosumidor, que tiene tanto derecho a consumir como a crear.
El ciberespacio, no es tan imaginario ni tan pasivo como Sartori cree, ni mucho menos aburrido. Quizá lo fuese en 1997, cuando se escribió esta obra, pero hoy es un conglomerado de riquezas, tan variadas como los individuos que frecuentan la red. Una realidad paralela conocida como Web 2.0.
A pesar de que han pasado diez años desde que Sartori denunció al homo videns, tengo que darle la razón en que éste parece estar a años luz del conocimiento que se le supone al homo sapiens.
¿Pero qué hombre sabio permitiría que esto pasase a sus semejantes?
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