jueves, 18 de enero de 2007

Anexo a "Creyente, pero atrofiado"

Creyente, pero atrofiado

Sugerencias afines a la verificación, para recopilar y redactar noticias (KOVACH, Bill y ROSENSTIEL, Tom. Los elementos del periodismo. Ed. El Pais, 2003):

1. Edición escéptica o “edición fiscalizada”. Hay que valorar una noticia frase por frase, declaración por declaración, editando tanto interpretaciones como hechos. Más que añadir, se acaban quitando los datos que no se pueden contrastar con absoluta fidelidad. Con este sistema se puede cuestionar un artículo sin cuestionar la integridad del reportero.

2. Test de veracidad. El artículo debe responder a las siguientes preguntas:

  • Tiene suficientes apoyos la base de la historia???
  • Se han verificado números de teléfono, señas o direcciones de Internet, nombres y tratamientos que aparecen???
  • El material de apoyo ofrecido es necesario para comprender la noticia o superfluo???
  • Se han identificado todos los protagonistas de la historia, nos hemos puesto en contacto con ellos, se les ha dado a todos la oportunidad de hablar???
  • Se inclina la noticia por alguna de las partes o hace juicios de valor???
  • Falta algo???
  • Son exactas las declaraciones entrecomilladas, su atribución es correcta, captan lo que la fuente quería expresar???

3. No dar nada por sentado. Un profesor de periodismo utiliza casos de los internos del corredor de la muerte para enseñar a sus alumnos. Los usa para concluir que no hay que fiarse de funcionarios, empleados del gobierno, artículos o resúmenes de prensa. Dice que hay que acercarse todo lo posible a las fuentes originales, ser sistemático y corroborar los datos.

4. El lápiz rojo. Coge una copia impresa y repasa su historia frase a frase. Con un lápiz rojo pon una marca en cada dato y declaración, comprueba que todos han sido verificados.

5. Fuentes anónimas. Mantenerse escéptico ante ellas. Hay que describirlas con el mayor detalle posible, para que el lector pueda decidir por sí mismo si confía en ella o no.
Lelyveld, director ejecutivo del New York Times exige dos preguntas antes de hacer uso de una fuente anónima: ¿Qué conocimiento directo tiene la fuente del caso? ¿Qué motivo puede tener para engañarnos o confundirnos, para intentar alterar nuestra percepción de la noticia? Por supuesto, hay que describir al máximo la fuente a los lectores, para que puedan juzgar por sí mismos.
Howell, del grupo de prensa Newhouse, apoya lo anterior y suma dos afirmaciones: Nunca te apoyes en una fuente anónima para ofrecer la opinión de una persona (las opiniones con nombre y apellidos) y no uses una fuente anónima en la primera cita directa de una noticia.

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